ESTASIS
Heridas en las comisuras de los labios porque al no recibir tus besos la sal no para de derramarse sobre ellas. 20 años han caído sobre mi inflamada espalda. Evitando la responsabilidad hacia otros te encuentras con la responsabilidad hacia ti mismo. Si la evitas mueres. Si temes a la muerte te quedas petrificado junto a ella mirando a la responsabilidad con la ansiedad de la mano, mientras te maquillas la nariz para que el corazón no te duela olvidando que para existir ha de doler. Porque si procuras olvidarte de su existencia la sangre a la que cayeron tus asesinos se estanca y no hay corrientes ni mareas que los ahoguen, y si derramas cicatrizante sobre las heridas permanecen vivos dentro de ti hasta que mueren al matarte como ocurre con cualquier parásito. Pero si no cicatrizan la sangre se te escapa hasta que te das cuenta de que al despreciar aquel sabor metálico te despreciabas a ti mismo. Y así te quedas contemplando los reflejos de un espejo en otro espejo mientras te preguntas qué hacer para que los pies comiencen de una vez a responder a tu voluntad. Mas la ansiedad te sujeta de la mano demasiado fuerte y te sientes como una estatua. ¿Pero siente la piedra?
Josu Sein (enero 2015)