Asà como en los retratos tiendo a realizar muchas veces más o menos extensas series temáticas o secuencias narrativas, de las que por espacio sólo muestro algunos de ellos aislados, en el caso de los retratos me gusta más que sean espontáneos y pidiéndole a la persona que pose lo menos posible o pidiéndole que mientras estemos juntos siga comportándose tal y como lo estaba haciendo aunque vea la cámara y le tome fotografÃas. De esta manera, a diferencia de los autorretratos en los que las escenificaciones simbolizan aspectos de mà que ya conozco o que me pongo como retos para conocer capacidades de mi persona que aún no han salido a la luz, pretendo captar la psique de la persona retratada sin necesidad de añadidos. Lejos de tratarse del concepto del instante decisivo, no suelen ser retratos tomados por sorpresa ni me limito a tomar uno solo. Tiendo también a incluir en ellos procesos o manipulaciones, en el momento de tomar la fotografÃa o posteriormente, que representan aspectos de mi psique. De esta manera, no solo muestro la psique de la persona retratada, sino, como si de la ley del espejo se tratara, también la mÃa, consciente de que como sujeto y sin poder escapar de mi subjetividad será algo que inevitablemente ocurrirá, por lo que muchas veces lo puedo de hacer de manera más o menos exagerada y patente. Al plasmar tanto el mundo de la persona retratada como el mÃo propio, el resultado final suele consistir en la cristalización y expresión de la relación más Ãntima posible que existe entre la persona retratada y yo, asà como del universo psÃquico que ambas personas compartimos y del lugar que en él los dos individuos nos encontramos en ese momento. Considero importante señalar que como antiespecista y al considerar que individuos de otras especies son también personas, también incluyo retratos de otros animales que forman parte de las vidas de otras personas y a los que les tengo cariño a consecuencia de conocerlos por la relación que mantengo con dicha persona, o de gatos que forman o han formado parte de mi familia, siendo los gatos, por ser una de las especies con las que a lo largo de toda la historia hemos convivido que más alejadas están del comportamiento de rebaño, unos de los animales que más me apasionan y de los que más amor he recibido.