Recuerdos del futuro

En Twin Peaks aparece un poema escrito por David Lynch que siempre me fascinó: “A través de la oscuridad del futuro pasado, el mago desea ver una posibilidad entre dos mundos. Fuego camina conmigo.” En estas palabras se encuentran todos los elementos que pretendí plasmar en esta serie. Una relación muy importante para mí, y no sólo dicha relación sino también todo mi entorno ya que por diversos motivos iba a abandonar el lugar en el que residí durante años, se encontraba a punto de finalizar y desaparecer tal y como la conocí y viví hasta ese momento. Escogí, en su mayoría, simples fotografías que me había tomado con dicha persona y con el resto del entorno, pero que me parecían muy adecuadas como imágenes para recordar lo que vivimos, y quemé los negativos analógicos con un mechero principalmente o de cualquier otra manera que emitiera una llama de fuego, para escanearlos después sin apenas tratamiento digital. De esta manera, por una parte pretendía pensar en cómo serían esos recuerdos en el futuro, con las fotos estropeadas por el paso del tiempo, así como la plasmación del inextinguible fuego de las emociones, simbolizando así el tiempo en espiral y la certeza de que en el futuro, los recuerdos de una relación pasada y acabada, plasmada en estas fotografías, formarán siempre parte del presente y las emociones al contemplar las fotografías de un pasado, aunque haya cambiado la relación o exista cualquier distancia tanto física como en el tiempo, seguirán ardiendo, de manera que, a pesar de pensar en el futuro o recordar el pasado, siempre nos encontramos en el presente y por lo tanto dicha relación y las emociones que le dieron su razón de ser siempre formarán también parte de nuestro presente al formar parte de nosotros mismos, difuminándose los límites entre pasado, presente y futuro, que siempre estamos recorriendo y viviendo los más o menos pequeños cambios que se van produciendo cada vez que realizamos ese viaje.